Terapia Sistémica.
La terapia sistémica es una forma de psicoterapia que pone el acento en los recursos y las competencias de la persona, lo cual permite el desarrollo y la movilización de potencialidades y de puntos fuertes, a fin de que puedan recobrar su creatividad y encontrar sus propias soluciones. La terapia sistemática considera que los pacientes sufren de su construcción de la realidad, la meta de la terapia es ayudarlos a construir otras vías posibles más favorables al crecimiento y a la vida.
Según el enfoque sistémico, usualmente encontramos una respuesta adecuada a las dificultades de la vida, pero no siempre. Llamamos problema a una dificultad que retorna sin cesar, ya sea porque no le hemos dado una solución, o bien porque las soluciones que se han intentado alimentan (sin que nos demos cuenta) la dificultad en lugar de resolverla; lo cual quiere decir que se trata soluciones ilusorias. La terapia sistémica pone una gran atención a los aspectos emocionales y cognitivos de estas dificultades así como también a las reacciones con su entorno del paciente. El enfoque sistémico considera que el entorno (conjunto de sistemas, relaciones y situaciones) contribuye a mantener los problemas psicológicos, pero también a resolverlos. El tratamiento busca hacer aparecer poco a poco cambios en primera instancia mínimos, pero concretos, que permiten el inicio de un “círculo virtuoso” que conforma la dirección hacia el cambio y las modificaciones emocionales profundas con respecto al problema.
